Después de un largo periodo de receso y distanciamiento con su público, BTS regresa con fuerza, energía renovada y un mensaje claro: están listos para reencontrarse con ARMY. El grupo protagonizó una conmovedora y creativa sesión fotográfica para el álbum en vivo «Permission to Dance On Stage – LIVE», cuyo detrás de cámaras fue compartido el 21 de julio a las 13:00 (horario en España) a través de Weverse y en YouTube en el canal oficial de BTS BANTANGTV.
La sesión, dividida en dos días (uno para la sesión Connect y otro para la sesión Contact), muestra a los chicos de BTS en distintas locaciones cuidadosamente diseñadas, cada una con un fuerte componente simbólico. Desde un autobús que evoca recuerdos de sus inicios con “No More Dream”, hasta una sala de visitas carcelaria y una colorida tienda de conveniencia, los escenarios remiten tanto a la estética del concierto como a los sentimientos de nostalgia, deseo y esperanza tras la pandemia.
“Me subí al autobús y no podía dejar de pensar en nuestros primeros días… esto me recuerda a cuando recién comenzábamos”, comenta Jungkook con una sonrisa melancólica, mientras calienta con pasos de baile antes de posar.

En este regreso fotográfico, BTS muestran su lado más relajado. “Quise dejar de lado el esquema fijo que suelo seguir en las sesiones. Esta vez me lo tomé con más calma y fue mucho más divertido”, agrega Jungkook, destacando el tono íntimo y orgánico del rodaje.
Además de representar el concepto artístico del álbum, las imágenes cumplen un papel emocional clave: reconectar con ARMY. Uno de los momentos más simbólicos es cuando Jimin, intenta comunicarse por teléfono. “Quise reflejar esa realidad que vivimos, donde no podíamos vernos ni escucharnos… pero ahora me responderán, ¿verdad?”, dice con una mezcla de ironía y ternura.
La segunda jornada de la sesión traslada al grupo a una tienda de conveniencia, recreando uno de los VCR (video conceptual) utilizados en el concierto. Con atuendos brillantes, coloridos y alegres que reflejan el mensaje esperanzador de «Permission to Dance», BTS protagoniza escenas lúdicas y espontáneas: eligen artículos del set como si fueran clientes reales, dibujan con aerosol en el suelo y bromean entre ellos como en sus días más juveniles.

“Aunque causamos un caos en la tienda, no fue ilegal. ¿Saben por qué? Porque la tienda era nuestra”, bromea RM, en referencia a la libertad creativa que se permitieron durante la producción. Más allá del humor y la estética, la sesión sirve como un ensayo emocional para lo que viene. Conciertos en Seúl y el tan esperado anuncio de su presentación en Las Vegas marcaron el regreso presencial del grupo.
“Ya se siente real que volvamos a hacer conciertos. Mañana tenemos el ensayo… trabajemos duro”, dice RM mientras el equipo celebra el cierre de la sesión con su emblemático grito: “¡Bangtan Bangtan Bangbangtan!”

La producción no solo representa una etapa nueva en su carrera, sino también una carta visual a ARMY: una forma de decir que, a pesar del tiempo y la distancia, BTS sigue siendo BTS. Sin filtros ni solemnidades excesivas, la sesión muestra a un grupo más maduro, pero con el mismo espíritu libre que los llevó a la cima.
Y si algo queda claro, es que tanto ellos como ARMY están listos para bailar, sin permiso, pero con todo el corazón.