El 14 de julio a las 8:00 a.m (horario en España) tuvimos por fin un Live de Jungkook que protagonizó un regreso memorable tras una pausa obligada por su servicio militar. A través de la plataforma Weverse, realizó una transmisión en vivo que se convirtió en un evento global, alcanzando un pico de 10.9 millones de espectadores simultáneos y acumulando más de 1.22 mil millones de corazones (reacciones).
Este live de Jungkook no solo fue un concierto personal con 40 canciones, sino también un espacio íntimo donde se mostró vulnerable, emotivo, e incluso reflexivo sobre su vida, su salud y sus emociones más recientes.
Live de Jungkook: una noche de música, nostalgia y autenticidad
La transmisión comenzó de manera íntima con una versión acústica de “Seven”, su exitoso tema en solitario, que rápidamente cautivó a ARMY . A lo largo del directo de Jungkook, desplegó un extenso y variado repertorio musical, interpretando con gran sensibilidad canciones destacadas como “HERO” y “Snow Flower” de Park Hyo Shin, “Forest” de Choi Yu Ree, “Girl” de Lee Moon Sae, “SOFA” de Crush, “Can I Ask You Something” de Lee Mu Jin y “Yanghwa Bridge” de Zion.T, demostrando así su versatilidad y profunda conexión con la música.
Entre canción y canción, compartió reflexiones espontáneas, frustraciones con la interfaz de Weverse, bromas sobre sus compañeros de BTS, y anécdotas personales que capturaron el corazón de millones de ARMYs conectados.
Jungkook confesó que está cuidando su salud intestinal, que necesita lentes nuevos porque ya no ve bien, y que no ha bebido alcohol desde que inició un tratamiento dermatológico. Su sinceridad y naturalidad hicieron que el livestream se sintiera más como una conversación entre amigos que como un evento formal.
Entre lágrimas y risas: Jungkook reacciona a K-Pop Demon Hunters
Uno de los momentos más virales del livestream ocurrió cuando Jungkook vio en vivo junto a ARMY escenas de la película animada de Netflix K-Pop Demon Hunters . Durante la escena final, donde el personaje Jin se sacrifica para salvar a Rumi, Jungkook no pudo contener las lágrimas.
“No tenía que lanzarse así… podían haber peleado juntos. ¿Por qué lo bloquea con la espalda?”, exclamó entre sollozos, secándose las lágrimas. Añadió, con la voz entrecortada: “Si le dio el alma, deberían haber querido vivir juntos”. También confesó: “Últimamente, cuando me siento abrumado, lloro. ¿Ustedes me entienden, no?”.
El momento conmovió tanto a ARMY que la propia Netflix reaccionó inmediatamente: el 15 de julio, la cuenta oficial de la plataforma en X (antes Twitter) cambió su foto de encabezado y su banner por una imagen de Jungkook llorando, con la frase: “Jungkook vio K-Pop Demon Hunters”. Maggie Kang, directora de K-Pop Demon Hunters, se sumó a la conversación, escribiendo en redes sociales: “Hola ARMY, ¿qué tal una colaboración con Saja Boys? El fandom PRIDE está listo”. Las palabras dejaron entrever una posible colaboración futura entre el universo ficticio del filme y el universo real de BTS.
Durante la transmisión, Jungkook también cantó en vivo “Soda Pop” y “Free”, canciones del grupo ficticio Saja Boys, parte del OST de la película. Su interpretación emocionada, sumada a sus comentarios durante la proyección, mostró su inmersión total en la historia.
Las redes sociales no tardaron en reaccionar. Algunos fans bromearon con que Jungkook es un “F extremo” en el indicador MBTI (por su alta sensibilidad emocional), mientras que otros simplemente agradecieron su sinceridad y su disposición a compartir un momento tan íntimo en tiempo real.
Un cierre emocional en el0 live de Jungkook y una promesa: «Volveré»
Hacia el final del live de Jungkook mostró signos de cansancio: “Ya tengo sueño. Son casi la 1 a.m.”, dijo entre risas. Aun así, se resistía a terminar el momento con sus fans. “Cuesta dejar este ambiente, ¿verdad?”, confesó.
Finalmente, se despidió con palabras que conmovieron a millones: “Coman bien, vivan bien y sean felices. Nos veremos en otro en vivo”. Con esa frase, cerró una noche donde no solo cantó, sino que se mostró tal como es: un artista en plena transformación, pero también una persona real, sensible y conectada con su público.